Un Post para Ángel

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Querida Ángel, sé muy bien que toda tu existencia gira al rededor de tu Angelito y eso es lindo de verdad.

Quiero compartirte esto con el máximo respeto hacia ti, tú pareja y tú hijo... tú Angelito.

Después de desearlo tanto, un buen día te percataste de que por fin estabas embarazada, supiste que tendrías un hijo, vistes abultarse tu vientre y tus pechos se prepararon para amamantarlo. Sentiste su calor y su presencia dentro de ti, percibiste sus movimientos, te distes cuenta de cómo creció lentamente en tu vientre.

Luego se separó de tu cuerpo y se convirtió en un pequeño ser independiente. Casi te sentiste asustada de esa cosita arrugada que había salido de dentro de ti, que al principio no sabías ni cómo sostener entre tus brazos de tanta emoción que sentías.

Poco a poco se ha desarrollado fuerte y sano. Observas sus progresos día a día. Cada conquista te llena de alegría y cada día es un nuevo deslumbramiento. Su primer diente, sus primeros balbuceos, sus primeros pasos vacilantes, en fin... su primer todo.

Todo te parece maravilloso, sus ocurrencias, sus risas, el contacto de su piel. Le amas por sobre todas las cosas y vives para él con amor y esperanza. Estás tan unida a él que casi te parecerá imposible que alguna vez se aleje de tu lado.

Sin embargo, más tarde o más temprano ese día llegará, siempre llega. Llegará el momento en que te deje, para probar sus propias alas y paradójicamente mientras más lo ames, mejor deberás prepararlo para cuando él decida vivir lejos de ti y ya no te necesite.

Te apenará aceptarlo, bien lo sé.

Pero el amor es demasiado hermoso para ser una traba, demasiado grande para convertirse en una barrera.

Déjalo libre, permítele que viva plenamente, no lo sofoques con tu amor, no lo anules con el pretexto de protegerlo, no le limites el vuelo.

Empújalo a ser él mismo, a alcanzar sus propias metas, compréndelo y respeta sus decisiones, y lo mas importante, por sobre todo no hagas las cosas por él. No importa que se equivoque porque aprenderá de sus errores.

Muchas veces deberás reprimir tu impulso de correr y abrazarle, y de quitarle todos los obstáculos del camino, pero tienes que prepararlo para afrontar la vida con valor, entereza e integridad.

No será fácil, bien lo sé. Algunas veces te costará lágrimas y sufrimiento dejarlo que se enfrente a dificultades y problemas por si solo.

Pero créemelo, tendrás la más hermosa y valiosa de las recompensas: habrás forjado un hombre, un verdadero hombre, y él... él te amará mucho más justamente por eso.

Y habrás cumplido tu misión del porque estas aquí, además cuando te vayas, habrás dejado un mundo mejor al que encontraste.

Al final del camino podrás decidirte orgullosamente a ti misma, que no has vivido en vano.

Te deseo lo mejor, ya lo sabes.
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