miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un Hotel de Tentación y Perdición. Parte 2

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No le respondí absolutamente nada, me di la media vuelta y me marché por otro lado buscando el camino al lugar donde antes había estado, cuando de repente me encuentro con la rubia que me recibió, ella estaba a la entrada de lo que parecía ser la master suite, una habitación enorme y lujosa, me hizo señas con la mano de que fuera hacia ella, me paré junto a ella a observar el interior de la habitación; espejos en el techo, cortinas de ceda, muebles muy lujosos, champaña en hielo y drogas por todos lados, caviar y comida de la mejor en mesas enormes, todos los jóvenes juntos ahí para el gran banquete, para el gran festín; al centro de la habitación había una gran bestia que mantenía a todos entretenidos y atentos a ella y les daba lo que ellos tanto deseaban, mientras que ellos portaban unas dagas largas de acero con las cuales apuñaleaban a la bestia pero no lograban matarla; en eso me comenta la rubia: “Ellos, mis amigos, están viviendo la gran vida aquí en el hotel, todos tienen sus excusas, todos tienen sus coartadas, aquí todos somos prisioneros de nuestras propias trampas, de nuestra propia maquinación, de nuestras propias mentiras, de nuestra propia estupidez”; me mantuve muy atento a lo que pasaba en la suite, cuando en eso la bestia advirtió mi presencia, fijo su mirada en mi, después miró a la rubia como diciéndole ¿quien es este y que hace aquí?, regresó su penetrante mirada a mi, se enfurece y de una sola manotada hace a todos a un lado, y de su costado izquierdo sacó una enorme espada de acero muy brillante como un espejo y se abalanza contra mi, en eso me preparo instintivamente, como que ya sabia yo desde antes lo que tenia que hacer, como que ya antes se me había entrenado para una pelea así, fue como un “deja vu”, meto mi mano derecha por el cuello de mi camisa y logro sacar una espada para hacerle frente a la bestia, cuando hago eso la bestia se detiene asustada al ver que mi espada es de luz, de un resplandor que cegaba, peleamos por un buen rato sin que ninguno pudiese hacerle daño al otro, me doy cuenta que me podía pasar toda la vida ahí sin poder hacer nada mas que pelear con la bestia, entonces decido hacer algo que a la bestia le sorprendió mucho, doblé la rodilla derecha y apoyé la izquierda en el suelo, entonces tomé mi espada con las dos manos en la empuñadura y la coloque en mi pecho cubriéndolo y cubriéndome la cara al mismo tiempo, cerré los ojos y me entregué a Dios y puse toda mi Fe en Él, a pesar que tenia los ojos cerrados seguía viendo a la bestia pero la veía con los ojos del alma, en eso la bestia levantó su espada para asestarme un golpe mortal por encima de mi, pero al momento de que su espada metálica toco mi espada de luz ocurrió una explosión y un gran resplandor surgió de ello, ya no supe de mi, después temprano por la mañana desperté en mi cuarto muy tranquilo, todo estaba muy pero muy en calma y desolado, no se escuchaba ni el mas mínimo sonido, se hubiese podido escuchar el sonido de un alfiler al caer de tan callado que se encontraba el lugar, tomé mis cosas y me dirigí a la salida, busqué por todos lados a alguien, pero sin suerte, no había nadie, absolutamente nadie, el sitio estaba desolado, no supe que pensar, decidí irme del lugar, salgo al estacionamiento donde estaba mi moto, puse mi mochila en ella y me monté, ya me iba y recordé el automóvil negro que estaba estacionado la noche anterior, fui a ver si había huellas en la tierra de que el automóvil se había ido y en que dirección, pero para mi sorpresa solo había huellas de cuando había llegado pero no de que se había ido, era como si hubiese desaparecido de donde estaba estacionado o alguien lo hubiese levantado y llevado por el aire, no sé, era muy raro todo, decidí irme inmediatamente del lugar, me dirigí a “Wisdom” que es el poblado mas cercano como a una hora de camino, llegue a un restaurantito pequeño pero muy acogedor a tomar café y a desayunar, me atendió una señora anglosajona muy amable como de 50 años de edad, me empezó a hacer platica y a preguntarme de donde venia y a donde me dirigía, etc... ya saben las típicas preguntas que se le hacen a un forastero que nunca habían visto por el lugar, una de sus observaciones fue decirme que me veía muy fresco y descansado para venir desde tan lejos, le dije: me acabo de levantar como hace una hora, me quede a pasar la noche en un viejo hotelito camino abajo, se me quedó viendo muy extrañada ¿donde?... ¿un hotelito camino abajo? Me preguntó, para decirme que en ese camino no había nada, lo único que había era el “Hotel Meade”, que era un viejo hotel en un pueblo fantasma de nombre “Bannack” pero que ya tenia mas de 40 años de haber cerrado, que no era posible lo que yo decía, yo le aseguré que si, que allí me había hospedado por una noche y que cosas raras habían pasado, estiro la silla que estaba frente a mi y se sentó en mi mesa, pidiéndome le contara lo que había vivido y le conté mi historia con gran detalle, me comentó que desde niña había escuchado historias del hotel y del pueblo fantasma, pero que jamás había conocido a alguien vivo contándole una vivencia tan reciente; terminé de tomar café y de desayunar, le pedí la cuenta y me dijo que no le debía nada, que mi desayuno era ofrecido por la casa, le di las gracias por tanta amabilidad y tantas atenciones, entonces metí la mano a mi bolsillo y saqué mi primera medalla ganada al merito en el ejercito que la traía siempre conmigo como amuleto, se sorprendió y por poco no me la acepta, me acompaño hasta la calle donde estaba mi motocicleta, me dio un abrazo y un beso en la mejilla, y nos despedimos, me marche y jamás volví por esos lugares, pensé darme la vuelta en U y regresarme a investigar el asunto, pero pensé dentro de mi, ya Dios me libró de cualquier amenaza o peligro que me pudo haber acechado ¿para que darle lugar a la tentación de regresar? Emprendí mi camino hacia delante y me retire del lugar para siempre.



1 comentario:

  1. orale compa, que final conmadre, ganaste a la bestia con la espada de luz. que buena anecdota compa me imagine todo con lujo de detalle.
    me hiciste recordar varias cosas, saludos compa y esperemos mas historias de estas.

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