domingo, 27 de septiembre de 2009

EN UNO DE MIS DELIRIOS...

Recordé, bueno... mas que recordar lo reviví completo, el asistir a la escuela publica en la mañana y por la tarde ir a clases en el Instituto Mexicano-Norteamericano de Relaciones Culturales, corría el año 1974, tenia 13 años de edad (llegué a Monterrey a finales de diciembre de 1970 y solo viví cerca de 10 años en esa ciudad, pero fueron los 10 años más críticos e importantes de mí formación), el Instituto estaba por la calle Hidalgo cerca de la Purísima, yo siempre caminaba todo el trayecto a casa, ya que viajar en los camiones urbanos de ese entonces me producía nauseas y vomito, así que prefería caminar, además me eran muy amenas las caminatas diarias, me divertía siempre con algo, me entretenía observando el mundo, Monterrey en ese entonces me parecía una ciudad muy bella y pacifica, con muy poco trafico, me gusta mucho sentarme a meditar en las plazas, a veces me sentaba en la plaza de la Purísima a ver el mundo pasar y a meditar acerca de ello, a leer un poco y después irme caminando hasta mi casa, era un trayecto larguito pero yo lo hacia muy ameno, me divertía mucho, caminaba desde ese punto hasta cerca del parque España en el Fraccionamiento Buenos Aires, a veces me detenía en algunos lugares, algunas veces en el centro a comprar algo, otras veces con algunos amigos que había hecho en los condominios Constitución, ya que al pasar a diario caminando no falta alguien que te aborda curioso por saber del porque pasas a diario por su barrio -cosas de chiquillos celosos por su territorio- pero yo me las arreglaba para hacerlos mis amigos, siempre pensé que la única manera de destruir por completo a un enemigo era haciéndolo tu amigo y yo siempre he tenido muchos amigos, además te sientes súper bien teniendo muy pocos enemigos.
Reviví una de esas caminadas a casa, salí del Instituto en la tarde, camine a la plaza de la Purísima, me relaje y medite ahí por algunos minutos, después caminé por todo Padre Mier hasta el centro, ya en el centro de la cuidad mis pasos me llevaron frente a los escaparates de una librería que se encontraba casi en seguida de Bancomer, librería Iztlaccihuatl me parece que se llamaba, desconozco si todavía existe... “Seria bueno -me dije- comprar algún libro para distraer mis pensamientos...” y así lo hice. No había mucho de donde escoger: novelas sobre el gastadísimo triangulo amoroso, libros escolares. Ninguno me atraía, pero cualquiera seria bueno para sacar de sus cauces a las meditaciones ingratas del momento, así es que me decidí a comprar tres libros y estos eran: un Diccionario de Frases Celebres –material bueno para el adolescente que urgido por “enmascararse” gusta de apropiarse de frases ya hechas, el otro era La Vida de San Ignacio de Loyola, que prometía acción, sublimidad y rarezas... y el tercero, contenía selecciones de la obra de Santo Tomas de Aquino, este ultimo era el que menos me interesaba... lo compré solo por comprarlo... era la primera vez que me detenía en el nombre de ese Santo. Salí de ahí y caminé por Padre Mier y me dirigí a la plaza Zaragoza, escogí una banca céntrica alejada del bullicio de la calle, ya en el silencio sonoro de la soledad repasé los índices... me entusiasmo mucho su lógica, aunque en ese entonces no supiera lo que la verdadera lógica era, me maravillo la claridad, una argumentación completa, perfecta... Citas de pensadores y de verdades reveladas para fundamentar la postura... momentos después seguí mi camino a casa por Padre Mier hasta los condominios Constitución, los abrévese por detrás y salí al Río Santa Catrina frente al puente Félix U Gómez, crucé el puente y caminé por toda la avenida Chapultepec hasta llegar a casa, llegando a casa noté que era hora de irme a entrenar Karate Do con el maestro Izao Nakamura como todos los días lo hacia, tenia que caminar hasta la colonia Tecnológico frente al Tec de Monterrey, después de mis tres horas de entrenamiento, me dirigí a casa, después de bañarme y cenar proseguí a leer mis nuevas adquisiciones, en aquellas horas que con la lectura le había robado al sueño -después de un tarde violenta- me hicieron pensar en el camino, me llevaron a meditar en la posibilidad de llevar una vida dedicada al espíritu, a la devoción por la Suprema Sabiduría. Me di cuenta que era necesario estudiar y mucho, y hacer a un lado esos sueños de querer solamente acumular riqueza material.
Me di cuenta que todo este conocimiento era clásico, ya que sin ser contemporáneo era actual, concepto que sin lugar a dudas se puede aplicar a la psicología de Santo Tomas, y en forma parecida, haciendo uso de la metáfora quise de alguna manera ser como Santo Tomas o El Cid, que aun después de muertos continúan ganando batallas.

6 comentarios:

  1. Excelente recuerdo de la ciudad limpia y tranquila que alguna vez fue Monterrey. Es una lástima ver en que la convertieron. Saludos mi buen.

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  2. En la purisima venden unos elotes conmadre,fuera del paseo santa lucia no te has perdido de nada,todo sigue igual la libreria todavia no quiebra,solo se cambio mas atras por morelos.
    Saludos.

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  3. Compadre le dejo un saludo, no he podido leer blogs ya que no tengo internet todavia, ya me pongo al corriente.
    Un abrazo
    Malhechecito

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  4. Ahora si ya lo lei compadre, yo creo que en algun momento de nuestra vida todos buscamos lo que viene siendo eso de la espiritualidad, solo que a veces nos olvidamos de eso y nos dejamos ir por las cosas carnales, las cuales a mi parecer estan mas ricas ja ja ja.
    Una abrazo

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  5. compadre, yo llegue a monterrey en los ochentas y la neta me parecio una ciudad bellisima, nada que ver con mi "terruño adoptivo" Veracruz, neta que aprendi a amar a mi tierra(NL), aunque naci aqui, pero me crie en Veracruz.

    y de vez en vez, me gusta caminar sus calles mas populares(juarez, colon, reforma, hidalgo, zaragoza, etc).

    Tambien me gusta de repente "darme bola" con los maistros de la alameda Mariano Escobedo, neta que me gusta de repente visitarlos(yo vivi casi un año por la alemda y conozco casi a todos).

    Le agradesco mucho que deje comentarios en el Blog de Angel(mi novia), en serio que es una mujer ESPECTACULAR, y sobretodo le doy gracias a la vida haberlo conocido, usted compa, tiene una peculiar manera de ver este mundo tan irrisorio.

    Compadre, le dejo un abarazo, un saludo, y un beso(de hermanos), tambien le dejo todos mis respetos por lo que esta pasando.

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  6. Paztor, así es, Monterrey fue una ciudad limpia y tranquila, hasta algo pintoresca. A mi se me hace que lo que la desgracio fue el éxodo masivo en la población rural y de otros estados hacia Monterrey en busca de trabajo en los años 90’s, eso le dio la estocada de muerte a lo que siempre había sido Monterrey.
    Saludos y un abrazo.


    Alejandro, así es, los elotes de la Purísima están muy buenos pero yo no los comía mucho porque me salían granos, las fresas con crema también estaban muy buenas, pero me gustaba mejor pegarle a los tikis o a los trolebuses ¿Los alcanzaron a comprar ustedes? ¿O están muy pollones? Los tikis de melón o de mango...mmm... buenísimos.
    Saludos, un abrazo.


    Patito Malechecito, compadrito, que bueno que ya se siente mejor, siento mucho que le hayan partido el corazón, gracias por visitarme siempre es usted bienvenido.
    Que se haga usted místico no quiere decir que ya no disfruta de la carne, sino que esta unido íntimamente y espiritualmente a Dios.
    A manera de comentario buena onda; cuando una mujer le diga: “tenemos que darnos tiempo” eso quiere decir que la ruca trae otro bato por ahí... póngaseme abusadillo.
    Un abrazote y muchos saludos.


    Ángelo, compadrito, le agradezco sus palabras, yo también lo considero a usted un hombre muy peculiar y diferente, y es usted a toda madre, por usted di con todo este borlote de blogs y me dio a mi por blogear ¿se acuerda de su post de “como odio el canal 12”? ese fue el primer post que yo leí de alguien y era suyo compadre, allí empezó todo, como me divertía leyéndolo a usted, usted me hizo compañía en mi soledad muchas veces, se lo agradezco.
    Le mando mi bendición a usted y su novia, ojala su relación florezca y lleguen muy lejos siendo felices, dedíquense los dos a ser amantes de tiempo completo.
    Decía Antoine de Saint Exupéry (el autor de “El Principito”) que amar no es mirarnos egoístamente el uno al otro, sino mirar juntos hacia una misma dirección. Cuando estamos mirando a una misma dirección es que tenemos metas comunes, es que tenemos valores comunes, y lo que buscamos es la realización total.

    A ver si un día que ande yo en Mty de visita, vamos y nos comemos un taco y una tostada a la Siberia, pero a la original, a la de Colegio Civil, y de ser posible que nos acompañe su noviecita santa enmascarada de plata je je je, y ahí mismo nos echamos unas cheves. ¿O que? ¿Apoco usted puro Vips?

    Le dejo muchos saludos, un abrazote y le regreso el beso (¿polaco? Ah noooo polaco no ja ja ja)

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