jueves, 13 de agosto de 2009

Carta a mi algún día venidero hijo.

Hola a todos, me dispongo a publicar una carta escrita hace muchos años, 28 para ser exactos, cuando yo todavía tenia leche materna en mis labios, ahora lo sé y lo comprendo, espero les guste y los entretenga, también espero sus comentarios, pero recuerden no ser muy mordaces en ellos, acuérdense que la escribió un chamaco de 19 años muy soñador y lleno de amor.
Creí habérsela dirigido a mi algún día venidero hijo, pero ahora me he dado cuenta que mas que a mi futuro hijo me la escribí a mi mismo, me ha servido muchísimo através de mi vida, al ir y releerla una y otra vez, ha sido como aprender cosas nuevas de ese joven soñador que siempre fui y sigo siendo, bueno ya no tan joven.
Aquí les va:




Carta a mi algún día venidero hijo.

Sé que te preguntarás hijo mío, para qué escribo esta carta. Hoy, 1 de Marzo de 1981, a las 3 de la madrugada, tengo 19 años; y como escribió Friedrich Hölderling en una de sus obras: vivo en tiempos de indigencia en los que los viejos dioses han muerto y los nuevos están por llegar. Ésta es la maldición de la modernidad; algún día, tú, como yo ahora hijo mío, andarás buscando tus dioses. Yo todavía no los he encontrado. Y si escribo esto es para que el día de mañana, cuando se me haya olvidado lo que es ser joven y estar absolutamente perdido, lo que es vivir a la deriva sin brújula y sin norte; no pienses como yo, que no existe alguien que pueda entenderte. No quiero que sientas la misma pérdida que yo. No quiero que te encuentres abandonado, como el anciano al que dejan a un lado de la camino. No quiero que me mires como la vieja sombra de lo que fui, como a un viejo cuerpo incapaz de comprender tu soledad. No soportaré que me veas como yo veo a mi padre; una figura tal vez de alguna manera admirable, mítica, sobrehumana, pero tan incomprensible y anacrónica como un Dios. Quiero bajarte sólo un poco de las nubes; eres único hijo mío, pero ha habido otros tan únicos como tú, tan solos como tú, tan perdidos como tu alma. Entre ellos, yo. Sé que jamás podrás comprenderme, al igual que yo no entiendo a mi padre. Porque seré fruto de unos años distintos a los tuyos. Pero no soportaré la pesada carga de vivir sin haber hecho hasta lo imposible por que me entiendas y por entenderte; por hacerte saber que tú eres tan mendigo de espíritu como yo, tan deudor de respuestas como yo, tan inquieto buscador como yo.

Por esta vez no quiero escribir algo hermoso, sino sincero. Todo me da igual salvo hablarte de tú a tú; y como sé que tal vez mañana será imposible, porque no seré tu amigo sino tu padre, te escribo desde hoy. Ésa es la bendición de la literatura; poder convertir lo temporal en eterno. Como dijo Friedrich Schiller: El arte es el resultado de sumar lo abstracto y eterno de la forma, con lo contingente y relativo del contenido. Pretendo legarte como herencia la angustia de mis años de dudas. No para que saques algo en claro de ellos, sino para que no te sientas tan solo como yo me siento ahora. Son las 3 de la madrugada, y en los cuartos contiguos duermen mis padres tranquilamente, totalmente ajenos a cuanto me atañe, y a los que siento carceleros involuntarios de mis días. Yo no quiero que tú me veas de la misma manera jamás; es por eso que te escribo esto.

No, espera. En realidad no lo sé. No sé por qué te escribo esto. Necesito hacerlo, y punto. Nunca sé por qué escribo realmente. Sólo soy consciente de esta necesidad tan grande, como lo soy del hambre o del frío.

Cualquier observador extraño diría que mi vida es maravillosa. Disfruto de un tiempo de gozo incomparable; no padezco necesidades, y me acompañan amigos por los que daría la vida, y lo que es aún más grande; ellos darían la vida por mí. Lo sé; lo han demostrado. Permíteme que te dé un consejo en esta carta; dalo todo por los tuyos, así encontraras quien todo lo dé por ti. No hay más patria que tus amigos. Tengo una mujer que me ama sin pedir nada o casi nada, que, como dijo alguien por ahí, no es lo mismo pero es igual. ¿Sabes qué es para mí el amor? El amor es la sublimación de la amistad; es el sentimiento más grande que existe, aquél por el cual venderías tu propia felicidad por conseguir la de otro. No sé si Laura, la mujer por la que hoy vivo y amo con toda mi alma, será mañana tu madre (ojala lo sea, lo deseo con toda mi alma). Lo único que sé con seguridad es que hoy a mis 19 años de edad, es ella la que me mantiene vivo, la que me sostiene para soportarlo todo. Cuando el mundo se convierte en una catástrofe y "el hoy" es una pérdida constante, ella se mantiene en pie en mi (ella o su concepto, que es lo mismo); como un faro que sobrevive indemne a la tempestad. Ella es el descanso del guerrero. Sueño con tenerla siempre como confidente, como confesora, como compañera, como amiga, como amante y ojala algún día como esposa, más allá de todo interés egoísta. Cuando todo falla, ella está ahí para mantenerme en pie; y yo estoy ahí para ella en el momento en que su mundo cae destruido. Después te hablaré mas de lo que significa para mí el amor y la amistad; por ahora te diré que ella es la mejor de mis amigos, la única persona a la que puedo confiarle mi miseria sin miedo a burlas, sabiendo que me amará más allá de lo que yo haga y diga. Hijo mío, busca un amor así; no trates de encontrar quien colme tu deseo ni quien halague tu vanidad. Esos nunca te faltarán; no los necesitas. Encuentra a aquél capaz de decirte lo que precisas, no lo que quieres oír; ése será tu verdadero amigo; ése será tu verdadero amor. Tendrás, como yo, innumerables dudas. ¿Cuántas mujeres hermosas querrán disfrutar de tu carne? Mañana, en fin, quizás haya una por la que sientas lo mismo. No importa; será eterno mientras dure. Así es el amor. Lo importante no es lo que se ama, ni cuánto tiempo se ama, sino cómo se ama. El placer podrás encontrarlo en cualquiera; la amistad y el amor, sólo en unas pocas. Que no te engañen; el amor no es deseo ni enamoramiento, sino amistad más allá de las fronteras del alma.

Como siempre; me pierdo en divagaciones. Lo que quería decirte es que no importará tener una vida plena; aún así podrás encontrarte y sentirte vacío. ¿Para qué poetas en tiempos de indigencia? No permitas que el pesimismo te venza. Eres necesario, precisamente porque vivimos en años de miseria. Hoy creo que está en mis manos encontrar a los nuevos dioses; mañana estará en las tuyas. Yo creo que estoy cerca de hallar los míos. No los aceptes como dogma. Ni los míos ni los de nadie. Aprende sólo una cosa de los pesimistas; no aceptar las verdades que los demás quieren venderte. Busca tus propios dioses.

Llevo bastante tiempo dándole vueltas a esta idea. Ya cuando tenía dieciséis años (después te hablaré mas de mis dieciséis) pensaba escribir esto. Entonces pensé que no tenía nada interesante que decirte; la verdad; fui un cobarde. Lo que realmente ocurrió fue que no fui capaz de asumir todos los cambios que me estaban ocurriendo. Para mi pesar sigo sin poder hacerlo en su totalidad; es sólo que ahora me doy cuenta de que lo importante no es entenderlo, sino ser capaz de contarlo, ser capaz de escribirlo. Como dijo Jorge Luís Borges, en manos de un escritor está escribir la historia, pero no discernir su moraleja. Hoy quiero, ya no entender, sin no cuando menos aceptar todo cuanto me ocurre para poder contártelo, para poder escribírtelo.

He pasado tiempos verdaderamente difíciles, tiempos de grandes crisis. Cuando creía tener cimientos para sostener mi futuro, vinieron desde fuera a cuestionármelo todo. Mi fe en la trascendencia del hombre, de por sí maltrecha, fue cuestionada hasta el punto de pasar meses planteándome si quizás no servía todo para nada. Las crisis, hijo mío, son terribles; pero crisis no significa pérdida, sino duda, y preguntar siempre es el preludio para saber más. Pregúntate constantemente a ti mismo; jamás alcanzarás una respuesta universal, pero quizás encuentres una que te sirva para vivir. Lo dijo San Agustín, el de Hipona; posiblemente, como yo, no compartas su fe, pero sí su afán de búsqueda; y en la lucha por la verdad, como dijo él; si la Muerte no te encuentra vencedor, que te encuentre al menos peleando. No tendrás certezas, pero podrás mirarte al espejo y estar orgulloso de lo que ves.

No hay nada más grande que ser un buscador de la Verdad.

Hoy pienso que el Hombre es pasajero, pero le está permitido acariciar lo absoluto; el Infinito intelectual que hemos inventado nosotros, ese raro animal dotado de pensamiento que somos, es muy superior a cualquier agujero negro que puede reducirse a una simple ecuación. Desprecia a esos absurdos científicos que todo lo convierten en una ecuación; ellos no entienden que el hombre, aunque es la medida de todas las cosas, se ríe de las matemáticas y convierte todo en la ciencia incierta de lo posible. Cuando creas que todo lo sabes, siempre habrá alguien que destruya tu pétreo pensamiento (una mujer, ya que el amor es la fuerza más creadora y destructora de la naturaleza).

Disfruta tu escaso tiempo. Seguramente te prohibiré muchas cosas. Me dolerá hacerlo pero será mi deber de padre, igual que lo fue de tus abuelos contra mí. Y tu deber de hijo será ignorar mis fronteras y bailar más allá de toda norma, desafiando la experiencia y negándote a escarmentar en cabeza ajena. Yo juego hoy con lo prohibido, y desprecio a cuantos no han probado el fuego que los dioses negaron a Prometeo. Róbame la hoguera, aunque sufras mi castigo: nunca serás tan grande como cuando el Sol queme tus alas de cera. Cae, hijo mío, como he caído yo; te levantarás del mar, glorioso como la cólera de Aquiles. Olvida las leyes de los hombres; tus días son escasos, y no quiero que llegue la hora en que añores los besos que no has dado. Es un decir. Entiende "vivir" cuando digo "besar". No te pierdas nada. Por favor. Tiempo tendrás para decidir como adulto; primero tienes que saber cuáles son tus opciones. Es mejor fracasar en la batalla que vencer sin lucha.

Y lee mucho. Debes conocer lo que los sabios han dicho para ser realmente libre. Immanuel Kant dijo que el hombre ilustrado es aquél capaz de decidir libremente sin ataduras; sólo aquél que conoce todas las opciones está libre de influencias. Jamás permitas que nadie te diga: "¡esto no debe leerse!", porque también de los textos prohibidos se aprende, aunque sea por repulsión. Ningún conocimiento es en vano. Que nadie reme por ti; es preferible naufragar por decisión propia que llegar a buen puerto por orden de otro. Al menos es más digno. Y para ser realmente libre no hay más camino que conocer todos los senderos a elegir. Sólo entonces podrás despreciar las cadenas y vivir por encima de cuanto otros te ordenaran, sabiendo que actuarás conforme a la ley de tu corazón; ésa es una ley que jamás Estado alguno podrá superar.

Aprovecha cuanto la vida te ofrezca. Hoy sé, que si mañana me tocara morir, lo haría feliz y satisfecho de mí mismo. Nunca he dejado pasar un tren. La felicidad está en tus manos hijo mío, y no depende de otros, ni del dinero, ni del bienestar, ni de las cosas estúpidas que se ganan con la misma facilidad con que se pierden. Ser feliz es tan fácil (o difícil) como aprender de lo bueno y lo malo; como ver el alba cercana en la madrugada; como ver ventanas donde otros encuentran puertas cerradas. Te dirán que hay cosas que no tienen solución, y tendrán razón, pero no importa; lucha. Lo importante es el camino. ¿Sabes qué me impulsa a pelear, a mis 19 años, contra ídolos enormes con pies de barro?

Tú.

Nunca dejes de tener fe en el futuro. Tus días serán difíciles, como lo son los míos; trata, aún así, de legar un mundo mejor que el tuyo a tu hijo que algún día estará por venir. La utopía no es una tierra a la cual llegar en el futuro, sino un ideal por el cual morir; y por él debes dar tu vida si es necesario; de lo contrario, ¿para qué vivir? Jamás permitas que conviertan tu vida en una obligación cotidiana para fichar, como si del trabajo de un oficinista se tratara. Busca un ideal para ti, una utopía. Y muere por ella. Hoy, a tus 19 años, mañana, y siempre. Y cuando pregunten por ti, que digan que estás, aunque muerto, con los ojos bien abiertos. Mirando. Y soñando con un futuro mejor.

No puedo dejarte mejor testamento que mis buenas intenciones de hombre joven, aún ilusionado por la vida y sus posibilidades infinitas. Que no te engañen los siervos de la razón que dirán que desde tu nacimiento has sido vencido por las leyes de la ciencia; a escala divina no eres más que un títere, pero los dioses viejos han muerto y los nuevos no han llegado aun, así que, ante los ojos del hombre eres totalmente libre para decidir qué hacer con el tiempo de tus días. Vive despacio, haciendo de cada instante, triste o feliz, un poema que regalar a las generaciones venideras.

Te escribiré otras muchas cosas mas hijo mío que algún día estarás por llegar, donde dejaré mis pensamientos para que no se pierdan; para que cuando la edad me cambie, haya unas letras que me escupan la verdad a la cara; que me digan y me recuerden que yo también fui joven y anduve buscando como loco un norte que guiara mi vida. Espero que esto te sirva, al menos, como declaración de intenciones; como honesta (por fuerza) misiva hacia el futuro, que no te valga de norte, pero al menos camine junto a ti como compañera. No te esfuerces tanto en buscar un norte, sino esfuérzate en vivir sin él. Sal en tu barco a navegar y olvídate de Ítaca, lo importante es el viaje, más no Ítaca; pero recuerda siempre que sin Ítaca no hay viaje, y que además Ítaca no es un norte, sino una excusa.

Y que vaya contigo todo mi amor, amor del padre que aún no soy pero ojala algún día seré, amor del joven que soy pero dejaré de ser, amor del corazón inquieto que nunca parará de buscar y morirá buscando, amor del hombre que morirá por dejarte un mundo mejor del que encontró.

Con todo ese amor a ti,


Yo, tu padre, a sus 19 años.

6 comentarios:

  1. Un saludo compadre, gracias por pasar por mi blog, desgraciadamente los padres no son lo que esperamos, pero, los hijos tampoco lo somos desgraciadamente, lo unico que entiendo es que, si hay un Dios, me puso aqui para ser feliz, y eso es lo que ha habido en mi vida, deje la infelicdad y cuestionamientos hace mucho, yo soy yo, y soy feliz.
    Un saludo

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  2. No se como decir, explicar lo que me ha producido leer esto tan hermoso.
    Como un chico de 19 años tenía la capacidad de entender asi la vida.
    Me tocó criar sola a 5 niños, el mas grande de 16 y la mas chiquita de 3 y me siento orgullosa de verlos profesionistas y por sobre todo honestos con ellos mismos.
    Le pido permiso para venir a recrearme, a recargar pilas cuando sienta desfallecer. Hoy he aprendido en 3 minutos que lo que he hecho en varios años.
    Gracias por cruzar mi camino y le pido que se quede.

    Gracias tambien por compartir esto tan suyo.
    Un abrazo !
    pato

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  3. compa un gran gusto leer este post. me cae que hasta se me antojaron unas guamas, a tus 19 años compa que chingon haber hecho esa carta y aun mas que la hallas conservado y compartido. un gran saludo compa.

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  4. Llegue a tu espacio y me parece interesante tu carta. En ella sin duda hay temores a futuro; algo que a todos nos sucede y muy pocos lo plasman de manera tan fiel. Deseo que hoy día estés completamente en ti. Me gusta el ritmo de lo que escribes.

    Llegue a tu sitio visitando la espacio de malechito, un gran amigo!

    Besitos en tu alma!

    Ambary
    http://atraigoloquequiero.blogspot.com/

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  5. Cuty:

    Me encantó. Muchísimas felicidades por haberte tomado el tiempo de echarte un clavado a tus sentimientos más íntimos a una edad en la que nos la pasamos mirando a la nada.

    Ahora eres padre de dos hijas de las que estás súper orgulloso.

    Un abrazo,

    Ele y Juan Pa
    http://sailing-nena.blogspot.com/

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