QUERIDO COMPADRE PAZTOR

¡Ay Paztorcito! Yo no quería pero te pusiste de pechito.

Al parecer algo grave le esta pasando a la raza regia, ya son incapaces de descifrar lo mas elemental de este universo.

Antes (y después también) de que yo viviera por cerca de 10 años en Monterrey en los años 70’s, anduve por diferentes lugares, además de acompañar a mi padre cada vez que se podía por toda la Republica Mexicana así como diferentes partes del mundo y créanmelo la raza mas picuda y la mas difícil de chingar era la de Monterrey, estos cabrones siempre te salían con un paso al frente de ti, había que mantenerse siempre al puro tiro y al alba, abusado siempre, te decían al chile: “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, de ellos aprendí la mayoría de las picudeses que me acarreo en mi costal mas otras de mi cosecha propia (aunque ellos también aprendieron un buen de mi). Pero ahora no se que le pasa a la “juventud regia” pareciera que la Cervecería Cuauhtemoc les ha saboteado las cervezas y ahora se las da mal aconsejadas las pinches cheves hijas de la chingada, estos muchachos sufren de empuñetamiento juvenil al parecer.

Primero el compadre Ángello con su ya famosa “DUDA” y ahora el compadre Paztor con su problema de amistades indeseables pregunta en un post lo siguiente: ¿Alguien conoce un método efectivo para librarse de los “amigos” indeseables?.

¡AY GUEY! hasta vergüenza me da contestarte tu pregunta, ya que la respuesta es de las mas ancestrales respuestas regias... ¡NO MAMES PAZTOR!... no lo puedo creer ¿Que acaso es esta la dimensión desconocida? Is this the twilight zone o what?

La respuesta es fácil... elemental... NOMÁS PÍDELES PRESTADO Y QUE SEA UN BUENA FERIA y mira se desafanan solitos, y si te vuelven a llamar les pides prestado otra vez, diles que necesitas lana, y si te pregunta para que, le dices que para ir al “table” con tus cuates (así se dará cuenta que el no es tu cuate) y que te enamoraste de una muy buena nalguita que trabaja en un “table” y si te llega a prestar la lana (que lo dudo un chingo) pues le dices (no, no mejor júrale) que se la pagas en dos semanas (nomás que el guey no sabe que son dos semanas... pero santas) sin falta y te haces pendejo seis meses de perdido hasta que le pagues, y tráelo vuelto loco cobrándote, no le contestes el teléfono, escóndetele y así mil mamadas, chingo a mi madre si ese guey te vuelve a molestar con sus llamadas pendejas.

YA SABES GUEY, EL MARCÁNDOTE A TU TELÉFONO Y TU PIDIÉNDOLE PRESTADO, UNA Y OTRA VEZ. Nomás le dices tan pronto reconozcas que es él después de contestar: “chingado guey que bueno que me llamaste, estaba pensando en ti, es que necesito unos 3000 pesitos prestados y se muy bien que no te me vas a abrir ¿verdad guey?”... te apuesto que con esta táctica esa clase de cabrones desaparecen mas rápido que una pizza grande de doble pepperoni en una convención de Weight Watchers.

Después me das las gracias.