EXPLICACIÓN DEL POST “ALGO DE MI”

Lo prometido es deuda, prometí contestarle sus preguntas a nuestra querida amiga “Mariposa Errante” y así lo haré en seguida.

Mariposita pregunta:

{Entonces yo me estoy preguntando algo, a mi tampoco me han dejado de amar???, y yo aun sigo amando???.

Destruir todo???, igual a VENGANZA COMO PLATILLO FRIO???, o estoy confundida???.}

Respuesta:

En tu primera pregunta creo que te refieres a lo relacionado en lo siguiente: “Curiosamente un día me dejaron de engañar, mas no de querer; y a mi me pareció que me dejaron de querer”.

En primer lugar te voy a decir que yo no sé si a ti te dejaron de amar, ni siquiera sé si algún día te amaron o si tu sigues amando, yo no lo sé, eso solamente tu lo podrás saber, yo solo te puedo decir lo que a mi me ha pasado y como me ha pasado, tu tendrás que aplicarlo a tu vida si es que acaso son condiciones parecidas y con tus sospechas, indicios y síntomas podrás llegar a alguna conjetura, juicio u opinión de tu propio caso que es muy único.

Mira puedes observar que yo no usé “me dejaron de amar” yo usé “me dejaron de querer” ¿por qué usé querer en lugar de amar? Muy simple, porque a la primera conclusión a la cual llegué fue de que si me engañaban nunca me amaron, si me hubiesen amado nunca me hubieran engañado, si algo fue, solo me quisieron, si acaso eso; en concreto NUNCA ME AMARON... eso es para empezar.

Prosigamos, si después de que el velo de los ojos cae y ya no hay engaño, y el cariño seguía igual según esto, pero a mi me pareció que no, eso solo es indicio de que el engaño era mucho mas fuerte y grande que el raquítico cariño que me tenían, y ni hablemos de amor, amor nunca hubo, solo un raquítico, endeble y anémico cariño, cuando el engaño desapareció y con él desapareció la percepción que yo tenia de el cariño de la otra persona hacia mi, pues quiere decir que en realidad lo que yo amaba y quería era el engaño en si, al desaparecer el engaño la otra persona queda al desnudo, al descubierto y te parece muy poca cosa y pues no te llena su supuesto “cariño”.

En situaciones así, si hubo algo grande ese fue el engaño, en proporciones el engaño es gigantesco al lado del cariño y amor brindados. El engaño nubla a cualquier muestra de cariño.

Ahora tu segunda pregunta:

Creo que te refieres a lo siguiente: “Tontamente creía que destruyendo lo que separaba era unir; destruí lo que separaba y lo destruí todo; porque no existe nada sin lo que separa”.

Mira Mariposita esto no tiene nada que ver con la venganza ni de retribución alguna, esto en mi caso lo escribí por algo a nivel espiritual, algo esotérico impenetrable y de difícil comprensión que me costaría mucho poder explicarlo en letras, pero de cualquier manera esto se aplica a todo, absolutamente a todo, por ejemplo, tu puedes tener un amigo o amiga cibernética por muchos años y llevarte de maravillas con el o ella, todo con esa persona es maravilloso, y un día piensas que si por la computadora la amistad es súper maravillosa pues si fuese real seria mil veces mejor, así es que decides moverte de ciudad e ir a vivir en la casa contigua a la de tu amiga cibernética y esperas que la amistad florezca mucho mas ya estando en persona, mas sin embargo es al contrario, en dos días salen de pleito y ya no se quieren hablar una a la otra ¿que quiere decir esto? pues quiere decir que lo que unía la amistad era lo que la separaba, la distancia era la unión, cuando destruiste la distancia lo destruiste todo. Por eso la mayoría de los matrimonios no duran casi nada, pudieron andar de novios por una década bien contentos pero nomás se casaron y tronaron odiándose mutuamente. Así mismo lo puedes aplicar básicamente en todo. Por eso llegue a la conclusión de que nada existe sin lo que lo separa.

Hace muchos años en un día de invierno que hacia un frío aterrador, mientras me encontraba entre la nieve haciendo guardia en mi puesto, desde ahí observaba como varios puercoespines dormían juntos para mantenerse calientitos a pesar de las púas que cargan en su cuerpo, observé que estaban juntos pero a la misma vez separados por cierta distancia, cuando uno de ellos se movía y hería al otro con sus púas el otro se retiraba un poquitín mientra que el otro del otro lado que quedaba mas retirado se acercaba y así estuvieron por todo el tiempo que los estuve observando, mientras unos se acercaban otros se retiraban, con esto comprendí que ellos guardaban la perfecta distancia para poder darse el máximo de calor con el mínimo de dolor, así era como lograban sobrevivir a tanto frío, un ejemplo mas de que nada existe sin lo que lo separa.

La atracción y el rechazo viajan juntos agarrados de la mano desde el principio.
Existen en todos nosotros dos necesidades opuestas y simultáneas: la necesidad de ser uno mismo y la necesidad de estar junto a otra persona.

Queremos ser nosotros mismos porque queremos definirnos y desarrollarnos como individuos, ser diferentes, únicos, pero a la misma vez queremos estar junto a alguien mas porque necesitamos pertenecer a una sociedad y ser aceptados por la misma, sentirnos seguros en un conjunto más grande que solo nuestro yo, ser parte de una sociedad que nos defina y nos contenga (el matrimonio es una sociedad, le pareja es una sociedad).
Al entablar una relación con otra persona empiezan los desafíos, los peligros y las heridas. Si nos mantenemos muy lejos, corremos el riesgo de quedarnos solos, de ser desechados por intentar ser diferentes, de permanecer aislados, de morir de frío. Por el contrario, si nos acercamos demasiado nos herimos, nos quemamos, nos fundimos con el otro, dejando de lado nuestras características propias, corremos el riesgo de perder nuestra identidad, extraviar nuestras creencias y valores, confundirnos tanto con el otro que ya no sabemos donde empieza uno y donde termina el otro.

El amor verdadero es un entrenamiento porque solo se puede encontrar la distancia perfecta dentro del vínculo amoroso, nunca fuera de él.

La distancia perfecta se encuentra cuando los dos miembros de la pareja tienen espacio para crecer como individuos, desarrollarse y crecer en su modo único de ser, y al mismo tiempo quieren ser parte de una pareja.
La distancia perfecta no es un estado permanente. Se le alcanza y se le pierde muchas veces. Una pareja no se destruye cuando pierde la distancia perfecta, sino que, con humildad y amor, reinicia su búsqueda porque no pudiesen existir como pareja sin lo que los separa (he aquí otro ejemplo).