Así como las flores... cosas tan hermosas de la naturaleza, que nos inspiran con su presencia los más tiernos sentimientos, y que ellas son el símbolo del Amor; tienen una existencia muy corta, se marchitan, se secan y mueren... no sin antes haber cumplido con su misión: La de alegrarnos la vida con su colorido y sus olores, hacernos felices y sobre todo, dejar su legado, su semilla... La Semilla del Amor.
Así somos todos nosotros, como las flores, cada una de las personas que poblamos esta tierra.
Lo importante es no pasar desapercibidos, olvidados, incomprendidos, lo importante es SEMBRAR la semilla, por la cual todos hemos venido a este mundo: LA SEMILLA DEL AMOR... EL VERDADERO AMOR DE DIOS.
miércoles, 28 de octubre de 2009
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