Cuando naciste te bautizamos con el nombre de “MIEDO” pero te dimos múltiples apellidos, cada uno de ellos correspondiente a un disfraz, a un traje diferente, con los cuales debes de tener un auténtico y colorido carnaval.
Empiezas casi siempre apareciendo por la noche, haciéndote acompañar por la “COBARDÍA”, cuando todavía somos pequeños e indefensos, y nadie nos cree. Mientras, tú te ríes a carcajada limpia viéndonos sufrir, intentando poder explicar tu espontánea aparición. Pasado un tiempo, te conseguimos ganar la primera batalla, pero ya te has preparado tu nuevo traje, que a éste podríamos llamarle "CASTIGO ", y con el nos martirizas durante unos cuantos años más. En ésta etapa te alías con nuestros padres y te haces fuerte aprovechándote de nuestra edad. Entre los tres, se deciden a utilizar frases crueles como: " Te dejo sin postre", " No verás la televisión ", " Te quedas sin salir ", “No saldrás a jugar”, etc, etc,. Y si además hay algún problema añadido en la familia como el alcoholismo, separación familiar ó algún tipo de maltrato, encima te frotas las manos y disfrutas. Eres insoportable y no te aguanto pero a ti te da igual y no te cansas y no menguas en tus ataques.
A partir de aquí, te dedicas a la alta costura con disfraces mucho más elaborados y sofisticados. Pues al llegar a la edad adulta, te aprovechas de nuestra mente y nuestro carácter, para entonces ya cambiaste tu traje, que a este podríamos llamarle “CULPA”, haciéndonos cometer errores, cuyas consecuencias son más complicadas de solucionar. Y con ello, aparecen tus triunfos, porque en ocasiones, debemos recurrir a especialistas para poderte apartar de nuestro lado. Situaciones como: fracaso laboral, fracaso amoroso, fracaso profesional, depresión, anorexia, suicidio y demás atrocidades humanas las provocas tú.
De todas formas, sabes que nosotros también disponemos de armas muy poderosas para combatirte. Y cualquiera de ellas son bastantes poderosas, como lo son: La Esperanza, La Fe, La Ilusión y la mejor de todas La Supervivencia. Añadiendo la más pura e indestructible: El Amor.
Y ahora, --¿Qué me dices ahora querido miedo, eh?--. Ya no te muestras tan valiente y heroico, tan invencible, tan soberbio como siempre.
Se está acabando nuestro tiempo y nuestra conversación. Ya estoy muy cansado de ti y aunque ya estoy mayor, ahora es cuando yo soy más poderoso que tú.
Cuando llegue su tiempo diré adiós para siempre a todos los seres humanos, pero a ti con muchas más ganas, ya no te sentiré cerca, ya no me perseguirás, y en "La otra vida", ya no tendrás nada que hacer conmigo, y llegara por fin tu derrota.
¡TE DIRÉ ADIÓS CON TODO MI AGRADO!.... ¡Y HASTA NUNCA!
viernes, 17 de julio de 2009
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Tengo mieeeedooooo, tengo mieeeeedooooo......
ResponderBorrarPOS MÉTASE DEBAJO DEL COLCHÓN PA’ QUE NO LE PASE NADA... JO JO JO JO.
ResponderBorrarGRACIAS POR LA VISITA Y EL COMENTARIO, PAZTOR.
Que buen post, me gusta.
ResponderBorrarDecía mi maestro de artes marciales: El miedo es el padre del valor.
y el "brindis" del paracaidista dice: Brindo por el momento en que siento con temor, casi con miedo"
Saludos desde El Salvador, desde hoy estaré pendiente de tu blog. Hasta pronto.
Gracias Rumana, yo también me daré la vuelta a visitarte a tu blog, se agradece inmensamente tu comentario.
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